Hoy, tercera hoja del mes de mayo,
Llega hasta mi corazón, en las manos cálidas
de la aurora boreal.
Abriendo el cofre de mi alma,
después de casi un lustro, sus cerrojos
se descorren suavemente, despojando las telarañas
de la gran ansiedad involuntaria.
Veo, figurado ramos de rosas enlutadas
Rosas descoloridas por el agua de mis ojos
Rosas de color sangre, que año tras año busqué,
pero nunca llegaron a tus manos.
Solo mi mente invadida por la niebla del dolor
Las rosas…. ¡Se marchitaron!
Trepe por el gran bosque de ladrillos
Engalanados sus árboles, de corteza de cemento
Ríos sólidos de alquitrán con bordes de granito
Nunca encontré, esa liana que trepando
pueda poner la rosa de mi corazón en tu regazo.
¡Volaste más alto que las aves migratorias!
Más y más alto, que los pájaros de chapa
Madre, me quise subir en el tren de las nubes
para llegar a ti…
Y a través de la ventana de tu nueva morada,
te asomaras, para “recibir ésas rosas”, que mis manos
te brindan, ¡ahora mis manos surcadas y cansadas!
Porque mi corta edad, no tenía fuerza para levantar
Vuelo. y quedarme en tu nueva morada.
II
Abriendo el cofre de los recuerdos, miro la rosas,
que con tanto ahínco busqué la forma
de hacerte llegar. ¡Madre, no supe hacerlas llegar!.
P0r que las aguas derramada por las cascadas de mis ojos:
nacidas del manantial de mi débil corazón, “las ahogaron”.
Quise resucitar su color, con el fuego de mi amor
hacía a ti, y a si, desahuciar el dolor de mi alma.
Aunque mis sienes tantas lunas las pintaron de plata
el alma de aquél niño nunca creció, quedo emparedado
por la falta de tu amor, que dando dormitando
toda la vida, en mi invernado y desgarrado corazón.
Aunque exteriormente veas un viejo olmo
rudo y tosco, como la tierra donde nació
Madre, en esta tercera hoja de mayo,
acoge mi promesa como regalo
un día, una luz alumbrara el camino a mi cansado
corazón,
te podre dar esas rosas que en tierra no te supe dar
juntos, exhalaremos su aroma haciéndose realidad
mis sueño, poder disfrutar de ti, madre. ¡Es mi ilusión!
Aunque sea en la eternidad.
Mayo del 2005
El Obrero Poeta
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