jueves, 7 de junio de 2012

Hoy tercera hoja del mes de mayo

Hoy, tercera hoja del mes de mayo, Llega hasta mi corazón, en las manos cálidas de la aurora boreal. Abriendo el cofre de mi alma, después de casi un lustro, sus cerrojos se descorren suavemente, despojando las telarañas de la gran ansiedad involuntaria. Veo, figurado ramos de rosas enlutadas Rosas descoloridas por el agua de mis ojos Rosas de color sangre, que año tras año busqué, pero nunca llegaron a tus manos. Solo mi mente invadida por la niebla del dolor Las rosas…. ¡Se marchitaron! Trepe por el gran bosque de ladrillos Engalanados sus árboles, de corteza de cemento Ríos sólidos de alquitrán con bordes de granito Nunca encontré, esa liana que trepando pueda poner la rosa de mi corazón en tu regazo. ¡Volaste más alto que las aves migratorias! Más y más alto, que los pájaros de chapa Madre, me quise subir en el tren de las nubes para llegar a ti… Y a través de la ventana de tu nueva morada, te asomaras, para “recibir ésas rosas”, que mis manos te brindan, ¡ahora mis manos surcadas y cansadas! Porque mi corta edad, no tenía fuerza para levantar Vuelo. y quedarme en tu nueva morada. II Abriendo el cofre de los recuerdos, miro la rosas, que con tanto ahínco busqué la forma de hacerte llegar. ¡Madre, no supe hacerlas llegar!. P0r que las aguas derramada por las cascadas de mis ojos: nacidas del manantial de mi débil corazón, “las ahogaron”. Quise resucitar su color, con el fuego de mi amor hacía a ti, y a si, desahuciar el dolor de mi alma. Aunque mis sienes tantas lunas las pintaron de plata el alma de aquél niño nunca creció, quedo emparedado por la falta de tu amor, que dando dormitando toda la vida, en mi invernado y desgarrado corazón. Aunque exteriormente veas un viejo olmo rudo y tosco, como la tierra donde nació Madre, en esta tercera hoja de mayo, acoge mi promesa como regalo un día, una luz alumbrara el camino a mi cansado corazón, te podre dar esas rosas que en tierra no te supe dar juntos, exhalaremos su aroma haciéndose realidad mis sueño, poder disfrutar de ti, madre. ¡Es mi ilusión! Aunque sea en la eternidad. Mayo del 2005 El Obrero Poeta

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