martes, 26 de octubre de 2010

¿Dónde está la rosa de navidad?

I
¡Volcán en erupción, mi cuerpo!
Mi frente, coronada de gotas de cristal;
por el árbol de la tristeza trepo,
con mis ilusiones dormidas en un costal.

¡Siento mi interior amordazado!
¡Mi corazón en la ciénaga de la incertidumbre!
Camino, y camino desesperado,
esperando encontrar de la ilusión su cumbre.

¡Madre, quiero encontrar la rosa!
Esa rosa de navidad que de mí se esfuma.
Cavando está en mi ser la guadaña fosa;
ahogando mis sentidos el ciprés con su bruma.

Para unos, arcas de ilusiones
reparten en este día sus majestades.
Llenan de materia sus corazones,
naufragando en los mares de las necedades.

¡Salgo en busca! ¿De qué y para qué?
En mi interior luchan los nervios audaces,
empujándole a salir de su estanque.
Por la ciudad vagando voy por sus pliegues sagaces.

Monto en la grupa de mi coche,
acompañado de la música de la radio.
Envuelto veo al día en el manto de la noche.
¡Vidas solitarias pierden la navidad a diario!
Mi ciudad vestida de ilusión.
¡Altiva y sofisticada en su altura!
Puntillas de tristeza e insatisfacción,
arrastrando van sus pliegues, perdiendo la cordura.

II
Dentro de mi urna de cristal
mis ojos van el panorama visionando.
Un grupo de rosas, ¡espectrales
jeringuillas sus vidas están aniquilando!

A través del miedo cobarde,
mi corazón sufre al ver tanta desdicha,
el llanto del día, mis ojos invade,
En este juego, sus majestades pierden ficha.

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